martes, 24 de febrero de 2015

Nuestra historia de amor, iba de mal en peor

Ya, le creí, Si la abogada dijo que no me fue infiel, por mucho que el gordo insista en que la vio con sus propios ojos agarrándose al amigo, opté por escucharla a ella… La quería y esos días en los que no hablamos me dolieron más que la supuesta infidelidad… Así que decidí que las cosas fueran como antes y dejar de lado mi furia escorpiona, que en todo caso, ya era pura pena.

Así que empezamos de nuevo con nuestras juntas mañaneras en mi departamento. Fueron como dos semanas exquisitas, de puro amor. Se iba para mi casa,  regaloneábamos, conversábamos, y obvio hacíamos cositas, pero todavía de niñas buenas, de la cintura para arriba; me encantaba tocarla, sentir sus pechugas, su cuerpo desnudo, su respiración… La verdad yo estaba que cortaba las huinchas por sacarle toda la ropa, y un par de veces intente tocarle su vayaina (vagina para efectos de este blog) pero no me dejaba, decía que no estaba lista, así que no me quedaba otra que conformarme con su friccioneo loco y una que otra cosita loca por ahí.

En fin, todo iba de maravilla, fueron dos o tres semanas demasiado ricas, hasta que la abogada me cuenta que se va a celebrar el cumpleaños de un amigo a Las Cruces, ningún problema con eso, aunque era y sigo siendo un poquitín celosa, de verdad eso no me molestó… El problema empezó después, cuando me contó que en el famoso paseíto estaba su ex… O sea, es que cualquier conversación telefónica que parta con un “te tengo que decir algo, pero no te enojes porfa”, para mi nada bueno puede traer y obvio que antes de escucharla hablar, ya estaba enojada… No me acuerdo que me dijo exactamente, sólo sé que yo ya no pensaba mucho que digamos de la pura rabia, así que la concersación terminó con un “has la weá que quieras…”  De nuevo peleadas… Agotadoor. Pero tampoco quería terminar con ella. Si de verdad estaba súper enamorada.

En fin, sigamos porque en esta historia hay dos versiones: la del gordo (otra vez) y la de la abogada… Primero les voy a contar todo lo que pasó en Las Cruces, según ella:

Era el cumpleaños de uno de sus amigos del condominio, obvio yo nada que ver ahí, si ni los conocía, la cosa es que todo el grupo se fue a las cruces a festejar, en las mismas andaba una prima del cumpleañero, así que había harta gente y el carrete parecía entretenido… Al principio los dos grupos separados y como que había mala onda, es que los amigos de la abogada se portaron pésimo, rompieron hasta un techo… Bueno la cosa es que era de esas casas que tienen abierta una pared de la cocina que da hacia el comedor, y mientras la abogada preparaba tragos tenía al frente, pero por la parte del living a su ex, estaba sentada en un sillón mirándola y cantándole ese tema que dice mentorirooooosaaaa me robaste el corazón… La abogada estaba plop, onda ¿qué te pasa loca? Aunque su ex era del grupo, nadie sabía nada de lo que había pasado entre ellas…

Al rato después, mi en ese momento polola, andante, saliente y/o futura ex, como quieran llamarla, se anduvo aburriendo de tanto borracho; aunque ella también estaba súper pasada de copas, así que decidió subir a la terraza del segundo piso a fumarse uno de esos cigarros que dan risa, y ahí llegó la ex, se le sentó al lado y empezó a conversarle. La abogada le dijo al tiro que estaba con otra persona y la ex le dijo que ella también (entonces para que mier… la perseguía y le cantaba tonteras, eso pienso yo por lo menos)… En fin, hablaron un rato hasta que a la abogada le bajaron las ganas de ir a la playa… Me contó que fue con varios amigos y que ya en su locura máxima empezó a caminar por el borde de la calle que daba hacia un pequeño acantilado gritando “si Dios quiere que me muere me tendré que morir” (ustedes pónganle el tono ebrio) y de repente no se tropieza… Se sacó todo lo que es la la mugre… Al otro día despertó adolorida, con un moretón gigante y con la ex sin pantalones, ni calzones, durmiendo a su lado.

Como estaba postre, y parece que de verdad no se acordaba de nada, me juró y re juró que con lo ebria que estaba es imposible que hayan agarrado, que la mina de loca se le fue a meter a la cama, pero que de verdad no pasó nada entre ellas… Y según dijo, al otro día la ex apenas le hablaba. Raro.
Ahora ¿cómo me enteré del episodio de la ex a potope (potope: dígase sin calzones o a poto pelado) en la cama de mi mina? Porque esa parte obvio la abogada no pretendía contármela… Lógico, el gordo y sus comentarios maliciosos con el único fin de separarnos… Claro que su versión de la historia era más corta y simple: la abogada se fue a Las Cruces, estaba su ex y se acostaron… Corta.


La verdad una segunda historia de infidelidad remeció fuerte mi cabeza adolecente… Las cosas pasaron de amarillas a coloradas… Nuestra historia de amor, iba de mal en peor… 

martes, 17 de febrero de 2015

Quinto dato al margen... ¿Se nos muere el amor?


Como les contaba en el capítulo anterior, una vez que las mamás se enteraron todos nuestros fantasmas comenzaron a aparecer con más fuerza que antes. No queríamos hacerlas sufrir, ellas soñaban con vernos casadas, con hijos, formando una familia, en cambio tendrían hijas lesbianas, solitarias y con una vida de sufrimiento, en la que muchos las apuntarían con el dedo y las juzgarían... Típicos rollos de mamá, nada que hacer con eso... Pero las veíamos sufrir, por lo menos yo a la mía después de lo que me dijo mi padrastro, y eso duele. En definitiva estábamos rodeadas de fantasmas fantasmas y más fantasmas...

Con esos miedos y la pena encima luchábamos para mantenernos juntas o toda costa, creíamos en nuestro amor y por lo menos yo, juraba que lo nuestro era real, no en vano cuando la vi por primera vez sentí que esa mujer era el amor de mi vida.
En eso estábamos cuando a la abogada se le ocurrió hacer un paseo con el gordo y amigos del barrio donde vivía, eso entrañables compañeros de infancia. El tema es que no me invitó, me dijo que se iría con sus papás y cuando ya estaban todos ahí llamé al gordo para que nos juntáramos y me contó que estaban en el campo de la abogada y no sólo eso, me dijo también que la noche anterior ella se había agarrado, - no sexo, sólo besos-, a Juan Pablo, uno de sus amigos. Les juro que se me cayó el mundo, casi me da un infarto, esa noche me lo lloré todo. Llamé a la abogada enfurecida, la mandé a la cresta.

- No sólo me mentiste, maricona, también te metiste con un weón.
- De qué esta hablando, me decía la abogada.
- Eres una mierda. Y yo una estúpida, ¿Cómo te creí? Soy tan tonta. No te quiero ver más.

Yo gritaba mientras la abogada me pedía que la escuchara.

- No te invité porque tengo miedo, se nos nota demasiado que estamos juntas y no estoy lista para que se enteren mis amigos. Entiéndeme.


No hablamos por casi una semana, lloré como tres días. Ni siquiera fui a la U. Me quería morir. Y el gordo, aprovechó esos días para insistir en que la abogada no me quería. Que todo era solamente un juego. Les juro que esos días la hubiera tenido cerca y no vive para contarlo. Gracias a Dios no nos vimos y la pobre sobrevivió a mi furia escorpiona. 


jueves, 12 de febrero de 2015

El principio del derrumbe

Con fiebre, peleada a morir con mi mamá porque se había dado cuenta de que me gustaban las niñas… Tomé una micro, llamé a la abogada y me fui para su casa, era primera vez que entraba y que estaría frente a mi suegra… No podía estar más estresada y angustiada, a mis 18 años esa era una situación que ni en sueños pensé que me tocaría vivir. Siempre traté de ser una hija ideal, ayudaba en la casa, cuidaba a mis hermanos, me iba bien en la Universidad, saqué un puntaje soñado e la PAA (de nuevo tiré a la chuña el carnet)… Una niña casi perfecta que rápidamente se caería del pedestal para la familia.

La fiebre, no me acuerdo si estaba de antes o me surgió del puro estrés producto de la pelea con mi vieja. La cosa es que legué a la casa de mi suegra, sintiéndome pésimo, tan mal que me llevaron directo a la pieza de la abogada a acostarme. La verdad no tenía ganas de hablar, menos de contar lo que había pasado, o sea lógico, según yo la mamá de la abogada no tenía idea de mi relación con su hija.  Saludé rápido a los invitados que tenían para almorzar y me encerré en la pieza.

Como les contaba, no tenía idea de lo que había pasado en Talca, o sea no se me hubiera ocurrido aparecerme por ahí de haber sabido que la mamá de la abogada ya estaba al tanto de mi existencia real, no como la amiguita del amigo gordo… La cosa es que cuando llamé a la abogada para contarle lo que pasó en mi casa y le pedí ir a verla, ella me dijo que sí, le preguntó a su mamá y lo único que respondió fue: bueno, pero tenemos un almuerzo familiar y quiero que estés ahí.

La suegra me subía limonada para hidratarme, y cada vez que la abogada iba a verme y se demoraba más de tres minutos, desde abajo la mamá le gritaba: hija baja. Así de corta, unos besitos rápidos y se iba corriendo al living… Aunque estuvimos poco rato juntas, me sentí querida y protegida, cada minuto más enamorada y con una recarga de energía para enfrentar a mi mamá y familia. Si estábamos juntas todo estaría bien. Con esa idea en la cabeza dormí casi toda la tarde, la fiebre fue bajando y también la angustia.

Ya en la tarde/ noche, me sentía mejor y la abogada me fue a dejar a mi casa. Llegué, me metí a la cama y mi mamá apareció más tranquila. Decidí decirle la verdad, estaba saliendo con una mujer, estaba enamorada y no tenía idea de qué iba a pasar, sólo sabía que quería estar con ella. Mi vieja se quedó sin palabras, sólo dijo que me apoyaría. Días después mi padrastro con la maldad que lo caracterizaba se me acerca y con cara de hipócrita me dice: ¿qué le hiciste a tu mamá que llora tanto? Como dicen los españoles lo mandé a joder por culo… No te metas en donde nadie te ha llamado. Lo que me dijo me rompió el corazón… Hacer sufrir a mi mamá era lo que menos quería en la vida.

Me lo cuestioné todo, quizás debía elegir entre mi felicidad y la de mi mamá, ¿Es posible mentirse toda una vida por no dañar al resto? ¿Será después mayor el daño? Años después tendría la respuesta a esas preguntas. En ese momento no me sentía capaz de tomar ninguna decisión, menos si esa involucraba dejar a la abogada.

Ya llevábamos como 3 meses saliendo a escondidas, las últimas semanas incluso evitamos que el gordo se enterara que nos veíamos sin él, nos juntábamos en mi casa, íbamos a tomar helado, hacíamos cosas súper de pololas, pero con nuestras mamás al tanto de que estábamos juntas en vez de relajarnos nos estresamos más, terminamos contándole al gordo, obvio buscando su apoyo, en vez de eso, recibimos una serie de mentiras y enredos sólo para separarnos. Si antes era: yo la conozco, ella sólo está experimentando, no te quiere. Después de que la abogada le contara lo que pasó en Talca, fue, ella no te quiere, me lo dijo, sólo está probando como es agarrarse a una mujer si incluso se lo dijo a su mamá.


Desde que empezamos la relación hubo algunas veces en las que dudé del amor de la abogada, pero eso fue al principio, una vez que nos sinceramos en máscara (después del episodio contra la pared que les conté en un capítulo anterior) donde ella me dijo que me amaba, nunca más tuve dudas de ese amor que sentíamos… Hasta un episodio, que me dolió, pero ella me explicó y entendí, claro que tiempo después, el gordo me contaría una supuesta verdad acerca de esa situación que provocaría el principio del derrumbe.

martes, 10 de febrero de 2015

Cuarto dato al margen… Mientras tanto la abogada

Yo con mi mundo, con mi enamoramiento loco, con la abogada visitándome casi todas las mañanas en mi casa, con ese sexo que más que sexo eran unos toqueteos locos de la cintura para arriba, con ese deseo que cada día se volvía más incontrolable, con esos llamados telefónicos que terminaban en sexo a la distancia…

La abogada, enamorada, asustada, con ganas de estar conmigo y de dejarme ir… Con un secreto que cada día le iba causando más miedo, pero no podíamos evitarlo, necesitábamos estar juntas…
Algunas semanas antes de que mi primo me sacara a la fuerza del closet, y las dos con los miedos guardados en el fondo de nuestras mentes para no permitirles salir a la luz, la abogada viajó a Talca por unos días con su mamá a visitar a una tía… Fue ella la que las llevó a una tarotista y vidente, entró primero la tía, luego la mamá y al final la abogada… Le salió la carta de los enamorados, la vidente inmediatamente se dio cuenta de que ese amor era una mujer, la abogada preguntó por mí, lo que apareció la verdad no es importante y tampoco lo recuerdo, no les voy a mentir… El real tema es que tras su sesión de tarot, la brujita salió a llamar nuevamente a su mamá… ¿Pueden creer que le contó todo?

La abogada en la sala de espera, con una tranquilidad extraña para ella, es que si la conocieran me entenderían, era tan nerviosa. Su mamá sale, le dice: Hija tenemos que hablar, pero no en la casa de tu tía, porque las paredes escuchan, cuando estemos solas. Ella le respondió con un ok, ya sabía cuál era la conversación que le esperaba.

Algunos días después se devolvieron a Santiago, sin anestesia su mamá le dice:

- ¿Es verdad que estás en una relación con una mujer?
- Sí, le responde la abogada.
- ¿Es algo serio? ¿Estás segura?
- No, dice la abogada, no creo que sea serio, estoy confundida.
- ¿Hasta dónde has llegado? Siguió la mamá.
- No nos hemos acostado. Contestó.

Ese fue el primer gran error de la abogada, una respuesta que tiempo después le costaría bastante caro…

No se habló más del tema, la mamá se quedó tranquila, su hija sólo estaba experimentando… La abogada le contó todo lo ocurrido al gordo, dándole el pie para que después llenara mi cabeza de historias que provocaron el comienzo de un desastre…


La verdad no tengo idea de lo que pasó por la cabeza de la abogada en ese momento, obvio que el miedo le dobló la mano, no es fácil llegar y decirle a la mamá de uno que te gustan las mujeres, sobre todo cuando eres hija única.  

jueves, 5 de febrero de 2015

Era una historia casi soñada

“Sé que esto no es normal, por favor no te asustes porque se me va a pasar, pero te amo… Yo la miré con el corazón a mil, y le dije: yo también te amo, porfa, que no se te pase”…

Así comenzamos una historia de amor a escondidas, de nuestras familias, de nuestros amigos y del gordo… Para todos era sólo una aventurilla pasajera, algo que se nos pasaría rapidito, sobre todo a la abogada que estaba utilizándome como sujeto de prueba para su experimento sexual, (por lo menos eso me decía a cada rato el gordo). Pero nosotras estábamos enamoradas, entonces decidimos comenzar a juntarnos solas, no a carretear, de día, a tomar helado, almorzar algo y conversar…

En esa época yo vivía con mi mamá, hermanos y padrastro, los niños iban al colegio, yo a la Universidad y los papás trabajaban, así que en las mañanas era la ocasión perfecta para juntarnos en mi casa, ella llegaba tempranito, tipo 9, yo la esperaba bañadita, quería puro verla, estar con ella, darle besos, tocarla… hablábamos un rato y métale agarrando, pero como ninguna de las dos cachaba mucho y está2bamos muertas de miedo, siempre nuestros encuentros fueron de la cintura para arriba, sin polera ni sostén, pero sólo esa área estaba permitida… Era tanta la calentura que con el puro roce igual nos íbamos, de hecho una tía a la que le conté me dijo que yo no era lesbiana, que sólo me estaba masturbando con otra mujer… No sé ustedes, pero yo no conozco muchas hetero sexuales que se masturben con las amigas… En fin, la cosa es que lo pasábamos la raja…

Si andábamos tan calientes, que después de despedirnos, cada una se iba a la U y seguíamos hablando cochinadas por celular… Es que 18 años yo, 21 ella, y descubriendo todo un nuevo mundo, las hormonas andaban on fire

En todo caso, las cosas no siempre fueron color de rosa, al principio rico rico, pero como soy la reina de los mega epic fail, una vez estábamos métale agarrando, ya sin sostén y polera, cuando siento llegar a mi padrastro… El problema es que mi pieza estaba a la entrada del departamento, entonces aunque nos pegamos el medio brinco y nos vestimos en 0,5 segundos, obvio que nos cachó todo el rato… Nosotras obvio tratamos de hacerla pasar piola y pusimos cara de póker cuando nos preguntó qué estábamos haciendo, le contestamos rápidamente, porque fue lo primero que se nos ocurrió, que la abogada me estaba enseñando historia… Aunque me dieron ganas de decirle: “¿Qué te metes tú? O ¿Qué crees que estábamos haciendo, jugando a la pallalla?”. Es que en honor a la verdad odiaba a ese huevón con mi alma, pero esa es harina de otro costal.

Honestamente pensé que el saco de pelotas de mi padrastro iba a correr a contarle a mi mamá, ya me estaba preparando para empezar a dar explicaciones, pero al parecer el tipo era medio jetón, - en realidad no al parecer, era enfermo de tonto -, y de verdad no nos cachó, o quizás tuvo el único gesto decente conmigo en su vida y se hizo el tonto para no generarme problemas con mi vieja… Nunca lo voy a saber… Al final, eso fue sólo un susto…

Pero, ¿se acuerdan que les conté que alguien en el Fausto nos iluminaba la cara con un encendedor la primera vez que agarré con la abogada? Y ¿se acuerdan que les dije que un par de semanas después me enteraría quien era y no sería agradable? Bueno, así no más fue, pero cerca de un mes y medio después.


La cosa es que ya había pasado lo de mi padrastro y con la abogada andábamos un poco saltonas, así que empezamos a juntarnos un poco menos en mi casa, no todos los días, pero unas tres veces a la semana, y para evitar futuros accidentes, le dije a mi mamá que una amiga me iría a enseñar historia, así cualquier cosa tenía un hilo conductual en mi mentira… En fin, el tema es que un día yo estaba estudiando en mi pieza y mi mamá entró, entre enojada y llorando… Me dijo que la llamaron; hasta el día de hoy no sé quién, y le dijeron que me vieron dándome un beso con una mujer, en una discotheque hace poco más de un mes… Obvio, el que me vio tiene que haber sido un primo, que no caché porque soy piti y estaba ebria, que le contó a su mamá y ella a la mía… Al principio lo negué todo y eso enojó más a mi vieja… No me mientras, me gritaba, terminamos peleando mal, me dijo que me fuera, que no quería ese ejemplo para mis hermanos… Yo agarré una mochila, eché un par de cosas y me fui… 

martes, 3 de febrero de 2015

Tercer Dato al margen

En este dato al margen vamos a avanzar 14 años en el tiempo… Una especie de flash forward en este viaje hacia el descubrimiento de mi sexualidad… Todo porque vale la pena mencionar la aprobación del Acuerdo de unión Civil que por fin después de añales nos da un poquitito de justicia, porque más allá de la igualdad ante la ley y todo eso, - que obvio es importante-, hoy podemos celebrar el amor ante la sociedad y con derechos como la salud y la herencia… Yaaa pero no me quiero poner latera con una cuestión que ya se ha hablado hasta el cansancio, así que aquí vamos con la historia…

Desde que nuestras familias asumieron que mi novia y yo somos enfermas de tortas, cosa que llegado el momento les contaré en otro capítulo-, siempre hemos soñado con celebrar una especie de unión simbólica… Y ahora ya no será simbólica… ejaleeee… Vestirnos de novias, caminar hacia el altar, del brazo de nuestras mamás eso sí, con nuestros amigos y familiares acompañándonos, un bailoteo, sus traguitos locos por ahí, una buena comilona y música hasta el otro día… A mí me encantaría que el camino al altar estuviera  rodeado de velas y el mismo lleno de flores blancas, bien mamona me imagino la ceremonia…

Después de firmar el AUC, tenemos preparada la sorpresa (si lo hemos pensado todo, hasta el más mínimo detalle), la idea es pedirle a una amiga que es seca, que nos cante soy lo que soy, de Sandra Mihanovic y nosotras salir, obvio con nuestros vestidos de novia, a bailar el tema con una coreografía (yo bailo pésimo pero haré lo que pueda), y de a poco ir sacando a la pista de baile a nuestras mamás, familia y amigos… De hecho mi novia es tan rica que cada vez que contamos esta idea se emociona y se le caen las lágrimas…

Es que imagínense el cuadro: “yooo soy lo que soy, mi creación y mi destino, toco mi propio tambor dicen que está mal yo creo que es hermoso… Tenemos una sola vida sin retorno, por qué no vivir como de verdad somos” (canto mientras escribo) y mientras tanto toda esa gente a la que uno quiere bailando y cantando al ritmo de Sandra con nosotros… Soñado.

Bueno, lo más bonito de todo es que desde septiembre, ese sueño se podrá hacer realidad y gracias al trabajo duro de esos valientes que enfrentar la discriminación con dignidad y luchan porque todos nosotros vivamos en un país más justo y libre…


Este tercer dato al margen va dedicado al Movilh y Rolando Jiménez por su lucha incansable que por fin dio frutos!!!!!