jueves, 12 de febrero de 2015

El principio del derrumbe

Con fiebre, peleada a morir con mi mamá porque se había dado cuenta de que me gustaban las niñas… Tomé una micro, llamé a la abogada y me fui para su casa, era primera vez que entraba y que estaría frente a mi suegra… No podía estar más estresada y angustiada, a mis 18 años esa era una situación que ni en sueños pensé que me tocaría vivir. Siempre traté de ser una hija ideal, ayudaba en la casa, cuidaba a mis hermanos, me iba bien en la Universidad, saqué un puntaje soñado e la PAA (de nuevo tiré a la chuña el carnet)… Una niña casi perfecta que rápidamente se caería del pedestal para la familia.

La fiebre, no me acuerdo si estaba de antes o me surgió del puro estrés producto de la pelea con mi vieja. La cosa es que legué a la casa de mi suegra, sintiéndome pésimo, tan mal que me llevaron directo a la pieza de la abogada a acostarme. La verdad no tenía ganas de hablar, menos de contar lo que había pasado, o sea lógico, según yo la mamá de la abogada no tenía idea de mi relación con su hija.  Saludé rápido a los invitados que tenían para almorzar y me encerré en la pieza.

Como les contaba, no tenía idea de lo que había pasado en Talca, o sea no se me hubiera ocurrido aparecerme por ahí de haber sabido que la mamá de la abogada ya estaba al tanto de mi existencia real, no como la amiguita del amigo gordo… La cosa es que cuando llamé a la abogada para contarle lo que pasó en mi casa y le pedí ir a verla, ella me dijo que sí, le preguntó a su mamá y lo único que respondió fue: bueno, pero tenemos un almuerzo familiar y quiero que estés ahí.

La suegra me subía limonada para hidratarme, y cada vez que la abogada iba a verme y se demoraba más de tres minutos, desde abajo la mamá le gritaba: hija baja. Así de corta, unos besitos rápidos y se iba corriendo al living… Aunque estuvimos poco rato juntas, me sentí querida y protegida, cada minuto más enamorada y con una recarga de energía para enfrentar a mi mamá y familia. Si estábamos juntas todo estaría bien. Con esa idea en la cabeza dormí casi toda la tarde, la fiebre fue bajando y también la angustia.

Ya en la tarde/ noche, me sentía mejor y la abogada me fue a dejar a mi casa. Llegué, me metí a la cama y mi mamá apareció más tranquila. Decidí decirle la verdad, estaba saliendo con una mujer, estaba enamorada y no tenía idea de qué iba a pasar, sólo sabía que quería estar con ella. Mi vieja se quedó sin palabras, sólo dijo que me apoyaría. Días después mi padrastro con la maldad que lo caracterizaba se me acerca y con cara de hipócrita me dice: ¿qué le hiciste a tu mamá que llora tanto? Como dicen los españoles lo mandé a joder por culo… No te metas en donde nadie te ha llamado. Lo que me dijo me rompió el corazón… Hacer sufrir a mi mamá era lo que menos quería en la vida.

Me lo cuestioné todo, quizás debía elegir entre mi felicidad y la de mi mamá, ¿Es posible mentirse toda una vida por no dañar al resto? ¿Será después mayor el daño? Años después tendría la respuesta a esas preguntas. En ese momento no me sentía capaz de tomar ninguna decisión, menos si esa involucraba dejar a la abogada.

Ya llevábamos como 3 meses saliendo a escondidas, las últimas semanas incluso evitamos que el gordo se enterara que nos veíamos sin él, nos juntábamos en mi casa, íbamos a tomar helado, hacíamos cosas súper de pololas, pero con nuestras mamás al tanto de que estábamos juntas en vez de relajarnos nos estresamos más, terminamos contándole al gordo, obvio buscando su apoyo, en vez de eso, recibimos una serie de mentiras y enredos sólo para separarnos. Si antes era: yo la conozco, ella sólo está experimentando, no te quiere. Después de que la abogada le contara lo que pasó en Talca, fue, ella no te quiere, me lo dijo, sólo está probando como es agarrarse a una mujer si incluso se lo dijo a su mamá.


Desde que empezamos la relación hubo algunas veces en las que dudé del amor de la abogada, pero eso fue al principio, una vez que nos sinceramos en máscara (después del episodio contra la pared que les conté en un capítulo anterior) donde ella me dijo que me amaba, nunca más tuve dudas de ese amor que sentíamos… Hasta un episodio, que me dolió, pero ella me explicó y entendí, claro que tiempo después, el gordo me contaría una supuesta verdad acerca de esa situación que provocaría el principio del derrumbe.

4 comentarios:

  1. Oh, me encanta como va el relato. Estoy ansiosa por la próxima entrada! Como ya te lo dije antes, aplausos para ti. Y eres una anciana jajajaj (:

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    1. Jajajajajajjajaja de mi ancianidad mejor ni hablar jajajajajja
      Gracias por leerme!!!
      Felicidad absoluta al ver que mi blog gusta y es visitado!!!!

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  2. Ay no! Solo me queda pensar q el gordo es el típico amigo cola insidioso :[ no quiero llegar a la parte del "todo se derrumbó... Dentro de ti, dentro de mi...(8)"

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    1. Jajajajajajjajajajajajajajjaja pobre gordo, no soportó que para dos de sus amigas el dejara de ser el más importante...

      Sigue leyendo y de a poco todo se irá ordenando!!!

      Besos

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