Como les contaba en el capítulo anterior, una vez que las
mamás se enteraron todos nuestros fantasmas comenzaron a aparecer con más
fuerza que antes. No queríamos hacerlas sufrir, ellas soñaban con vernos
casadas, con hijos, formando una familia, en cambio tendrían hijas lesbianas,
solitarias y con una vida de sufrimiento, en la que muchos las apuntarían con
el dedo y las juzgarían... Típicos rollos de mamá, nada que hacer con eso...
Pero las veíamos sufrir, por lo menos yo a la mía después de lo que me dijo mi
padrastro, y eso duele. En definitiva estábamos rodeadas de fantasmas fantasmas
y más fantasmas...
Con esos miedos y la pena encima luchábamos para mantenernos
juntas o toda costa, creíamos en nuestro amor y por lo menos yo, juraba que lo
nuestro era real, no en vano cuando la vi por primera vez sentí que esa mujer
era el amor de mi vida.
En eso estábamos cuando a la abogada se le ocurrió hacer un
paseo con el gordo y amigos del barrio donde vivía, eso entrañables compañeros
de infancia. El tema es que no me invitó, me dijo que se iría con sus papás y
cuando ya estaban todos ahí llamé al gordo para que nos juntáramos y me contó
que estaban en el campo de la abogada y no sólo eso, me dijo también que la
noche anterior ella se había agarrado, - no sexo, sólo besos-, a Juan Pablo,
uno de sus amigos. Les juro que se me cayó el mundo, casi me da un infarto, esa
noche me lo lloré todo. Llamé a la abogada enfurecida, la mandé a la cresta.
- No sólo me mentiste, maricona, también te metiste con un
weón.
- De qué esta hablando, me decía la abogada.
- Eres una mierda. Y yo una estúpida, ¿Cómo te creí? Soy tan
tonta. No te quiero ver más.
Yo gritaba mientras la abogada me pedía que la escuchara.
- No te invité porque tengo miedo, se nos nota demasiado que
estamos juntas y no estoy lista para que se enteren mis amigos. Entiéndeme.
No hablamos por casi una semana, lloré como tres días. Ni
siquiera fui a la U. Me quería morir. Y el gordo, aprovechó esos días para
insistir en que la abogada no me quería. Que todo era solamente un juego. Les
juro que esos días la hubiera tenido cerca y no vive para contarlo. Gracias a
Dios no nos vimos y la pobre sobrevivió a mi furia escorpiona.
Tía Anto, amo tu blog. Deberías actualizar más y más seguido! 😣
ResponderEliminarSobrina querida... Ojalá pudiera subir posteos todos los días, pero usted sabe que no tengo más tiempo... Además tampoco soy tan viejita y si subo más seguido se me van a acabar muy rápido las historias!!!
EliminarUn besito sobrinita!!!
Bienvenida al mundo blogger, es la mejor terapia. Soy fans de las mujeres que escriben! Mas si son Lelas como yo! Hace falta expresión todavía, esta entretenida la historia.
ResponderEliminarHola, gracias por leerme y por el comentario, pero no te entendí eso de que hace falta expresión... explicame porfis que me sirve mucho para ir desarrollándome...
EliminarBesitos!!!
y la continuación??? :/ era el jueves po! Jajajaja quedare metida hasta el martes entonces... Pobre de la abogada, la furia escorpiona es un desastre >.< (tbn soy escorpión) slds Anto!
ResponderEliminarHola!!! Mañana martes, sin falta va un nuevo posteo con la continuación de la historia....
EliminarY siii la furia escorpiona puede ser letal jajajajjaja
Besos y gracias por leerme!!