lunes, 6 de abril de 2015

Empezar a salir del maldito closet.

La verdad no me tomé mucho tiempo para pensar, deben haber sido tan sólo un par de días, es que de verdad tenía súper claro que enamorarme de un hombre o que siquiera me llegara a gustar era prácticamente imposible. Si, a ver, ya me había comido como a 5 minas y a varios chiquillos y años luz más rico estar con mujeres. Y bueno, sin contar que la única vez que me enamoré fue de una mujer: la abogada, un fantasma que durante años siguió dando vueltas en mi cabeza. Así que nada que hacer, mejor entregarme a mi realidad y hacer todo lo posible porque mi mamá no se entere. Vivir un tiempo largo adentro del closet, tranquilita y sin molestar a nadie.

La historia ya va por el 2005, año en que estaban dando la serie The L Word, y las que la vieron me comprenderán que con ese nivel de historias y de minas ricas una se pone más lela… Na’ que hacer… Llamé a la agrónoma y le dije que nos juntáramos para conversar y ver si ella todavía quería tener algo conmigo. Obvio dijo que sí, sino ni siquiera les contaría de su existencia. Todo viento en popa con  mi nuevo amorsh, la mina era divertida, simpática, lo pasábamos la raja juntas, veíamos películas tomándonos un vinito, teníamos harto sexo y nos juntábamos súper seguido con los amigos, - incluido el odontólogo-, que ya estaba de lo más asumido que conmigo no tenía oportunidad. Pero, porque siempre hay un pero, ese año entré de nuevo a la Universidad y no quería que nadie supiera que era gay, así que no se me ocurrió nada mejor que pedirle al odontólogo que me hiciera de pantalla y que me fuera a buscar un par de veces después de clases. La agrónoma armó la grande, se picó tanto que terminó conmigo, “yo no puedo andar con minas tan complicadas”, me dijo. “O sea, es demasiado el enredo que estás armando, si sabes que tú a él le gustas”. Pucha la mina no dejaba de tener razón, pero yo necesitaba a alguien que me ayudara a cerrar el closet por fuera.

Y bueno, el plan se llevó a cabo con la agrónoma enojada y todo, en algún momento se le pasaría la rabia. Llevé incluso a la casa a mi falso pololo. Pero, pasaba y pasaba el tiempo y a la chiquilla no se le pasaba el enojo. La llamaba y me cortaba, iba a su casa y no me recibía, cuando salíamos todo el grupo a carretear ella no iba, todo mal. Así que como a las dos semanas decidí terminar mi pololeo falso y tratar de arreglar las cosas con ella. Una noche, después de salir a bailar, estábamos como a las 4 de la mañana conversando en la cocina de mi casa con Dieguito, hablábamos de la agrónoma y no me acuerdo bien por qué salieron a colación algunas de mis ex. Estábamos cagados de la risa porque la abogada, la amiga de la pendeja y la agrónoma tienen el mismo nombre… ¿Cómo tan mala suerte o qué onda el destino que me gusten tres minas que se llaman igual? Le decía, mientras repetía sus nombres. En esa entra mi mamá enfurecida, gritándome como una loca: “Me mentiste, mentirosa, ¿Por qué si te pregunté antes no me dijiste la verdad?” no me dejaba explicarle que era simplemente porque no quería hacerla sufrir más después de lo de mi padrastro. Cuando terminó de gritar se quedó callada un minuto y me dijo que tenía que irme de la casa, que no quería ese ejemplo para mis hermanos. Ah, bueno, antes había echado con viento fresco a Diego. En fin, le respondí solamente OK, y le dije que en la mañana me iría.


Al día siguiente llegué a la U con una caña del infierno, triste, con ganas de llorar, pensando a dónde me iba a ir a vivir y sin nadie con quien hablar. Nadie a quien contarle todo lo que me estaba pasando. En ese momento sentí por primera vez de verdad la necesidad de salir del closet, de que todos mis amigos supieran que soy gay, de poder contarle mis cosas. Mis penas, mis alegrías, mis amores y desamores. En eso pensaba mientras me tomaba un café en el patio haciendo como que escuchaba a mis compañeros hablar, cuando suena mi celular. Era mi mamá, me dijo que la disculpara, que ella me amaba y que aunque me gustaran las gallinas, siempre iba a estar conmigo para apoyarme y acompañarme. Cuando llegué a mi casa conversamos por primera vez de todo, le conté todo lo que pasó con la abogada, con las otras niñas y lo que estaba viviendo con la agrónoma, que seguía enojada por mi pololeo de mentira con el odontólogo. Fue la primera conversación honesta que ya hace por lo menos 5 años tenía con mi mamá. Me sentía libre para poder vivir mi sexualidad y jugármela por la agrónoma o por cualquier otra mujer con la que quisiera estar. Ahora sí, podía empezar a salir del maldito closet.

9 comentarios:

  1. Me gustó este capítulo!!

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    1. Que rico que te gustó! Los escribo con todo el amor del mundo!
      Un abrazo!

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  2. Lindo Capitulo!!!! quiero que las cosas mejoren...es horrible no poder sacar lo que uno siente... estoy esperando el final feliz...jijiji

    besos Anto!

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    1. Hola! Es verdad lo que dices, nada más difícil que vivir guardando secretos. Sobretodo a la gente que uno quiere.
      De a poco las cosas se van arreglando y por lo menos para mi de verdad la aceptación de mi mamá fue liberadora.
      Falta poco para el final de la temporada, pero se vienen capítulos súper cuaticos!
      Un abrazo!

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  3. Noooo, como es eso del final de temporada!! No tienes permitido dejar a tus fieles lectoras así. Espero con ansias cada capítulo.

    Un abrazo.
    Jess

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    1. Jajajajjajajaja aún quedan capítulos de esta temporada!!!!
      Después serán sólo un par de semanas que me tomaré para armar la segunda temporada!!!
      Gracias por leerme Jess!!!
      Un abrazo!!

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  4. Noooo, como es eso del final de temporada!! No tienes permitido dejar a tus fieles lectoras así. Espero con ansias cada capítulo.

    Un abrazo.
    Jess

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  5. Juro que me eh cagado mucho de la risa hasta el momento xD , lo de the l word super de acuerdo onda me la vi a los 13 en el 2011 super pendeja igual, ahora tengo 17 y creo que es una de las razones de las que soy tan fleta wlakajahja, y te ganaste una fiel lectora mas :D

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    1. Es que es lejos la mejor serie de lesbianas que he visto... Además de la temática estaba tan bien hecha y la música maravillosa... Era perfecta!
      Gracias por leerme!!!
      También tengo la novela!

      antocohen.blogspot.com

      Un abrazo!!!

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