miércoles, 1 de julio de 2015

Era conmigo con quien quería estar

Como les decía, llegó el día “D” el día en que me encontraría de frente con la amiga de la prima de la abogada, con la mujer que quiso quedarse con el amor de mi vida.

Era el cumpleaños de la prima, iba a hacer un carrete monumental en su departamento. Y yo estaba trabajando en el bar, esa noche salía cerca de las 3 de la mañana, pero quería ir, necesitaba mirarla a los ojos, tenerla frente a mí y dejarle más que claro que esa batalla la había ganado yo y que iba a estar más que atenta a cada paso que diera.

Por supuesto, la abogada me dijo que no me preocupara y que no fuera. Obvio, estaba aterrada de ese posible encuentro. Estás loca, o sea olvídate que no voy a ir. Ninguna posibilidad de dejarte toda una noche sola con esa mina, le dije.

Llegué cerca de las 4 am, menos mal que todavía el carrete estaba on fire, besos y abrazos a la cumpleañera, saludos a todos y ahí estaba ella, sentada con cara de póker en la alfombra, nos saludamos cordialmente, pero les juro que por dentro me quería morir, era demasiado linda, pelo café oscuro, ojos azules y piel tostada, una de las minas más ricas que he visto. Y mientras tanto, en la otra esquina yo. Rubia, ojos verdes, aunque venga bien de cerca la recomendación no soy fea, pero estaba pálida y ojerosa, después de estar todo el día en la U y luego a trabajar de noche, ¿Quién no? En fin, más encima estaba despeinada, transpirada y con zapatillas de trabajo, viejas y feas. Todo mal. O sea ábrete tierra que me quiero enterrar.

Pero lógico, siempre digna y marcando territorio como una loca, la abogada estaba sentada en el mismo grupo de la otra mina, pero sobre un sillón, mirándome con cara de “en cualquier momento esta se manda un numerito”, pero no, sólo me senté frente a la mina en el suelo y empecé a meterle conversación, lo típico, ¿qué haces? ¿Pololeas? Etc etc etc. Yo ya sabía todo y ella sabía muy bien quien era yo. Pero quería verle la cara diciéndome que estaba pololeando, ¿Y cómo es tu pololo? ¿Qué hace? ¿Tienes fotos? Sólo para recordarle su infidelidad. Para molestarla.

Aaaaaah es que días antes se habían encontrado con la abogada en el departamento de la prima y al irse, esta mina la siguió al ascensor e intentó darle un beso. Quiero creer que realmente no pasó nada, prefiero ni pensar en eso, pero ustedes comprenderán que estaba demasiado picada con la mina esa, es que para mí, - y esto lo he dicho varias veces -, si eres gay o si quieres ser infiel, simplemente termina con tu pareja, no engañes ni mientas, que cosa más fea.

Pero bueno, el tema es que no solté a la mina en toda la noche, hasta que se fue, quería que supiera por mi mirada que estaba al tanto de todo lo que pasó con mi polola, de todo lo que hizo y que cualquier movimiento en falso todo su entorno se iba a enterar, incluido su pololo. No le dije nada, sólo le pregunté cosas sin despegar mis ojos de los suyos, por momentos le costaba sostenerme la mirada. La verdad, esa noche me divertí bastante. Y al irnos sólo le dije a la abogada: “puta la mina rica, la cagó”.


Después de conocerla, y a pesar de que en serio era o es porque no está muerta, demasiado guapa la mujer, sentí tranquilidad, a pesar de todo, la abogada estaba conmigo, era a mi lado con quien quería estar y nos amábamos, por ahora eso era lo más importante. 

4 comentarios:

  1. Esta parte me recordó a una ex de mi ex jajaja ella una diosa y yo... Una buena persona jajaja me encanta tu historia sigue escribiendo por favor. Saludos

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    1. Hola!!! Gracias por leerme y por tu comentario!
      Siempre puede aparecer una más mina pero al final igual la eligen a una jejejejeje

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  2. ya pues mija...no pares. jajajaja.cuanto me entretengo con esta historia.

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