Si están enamorad@s me entenderán que lo más difícil del
mundo es estar lejos de la persona que uno ama, por lo que esas tres semanas
sin ver ni hablar con la abogada me tenían destruida, lo peor es que no podía
hablar con nadie, el gordo me decía que me olvidara de ella, que la cortara con
el tema que la mina no me quería ver más después de lo que hice, me alejé de
todos, pasaba los días de la U a la casa, me encerraba en la pieza y lloraba.
No sabía qué hacer, no me atrevía a llamarla, mi orgullo no me dejaba. Entremedio
estuve de cumpleaños, no hice nada, una torta obligada con mi mamá y mis
hermanos y de nuevo a encerrarme. Estaba todo lo que es en depresión.
La hermana del gordo empezó a preocuparse, según yo ella no
tenía idea de nada, me llamaba casi todos los días para que nos juntáramos, le
decía que no. Hasta que una noche me llamó tarde, cerca de las 11, y me dijo
que sabía todo, que su hermano le había contado y que en su casa había una
junta con amigos de todos, está la abogada, me dijo. Ven y habla con ella, no
seas orgullosa.
Me duché, vestí, tomé un taxi porque igual vivíamos lejos y
partí al carrete. Cuando llegué la abogada a penas me saludó y yo me hice la
interesante así que tampoco la pesqué. Me fui a conversar con la hermana del
gordo, igual teníamos que hablar, o sea éramos las mejores amigas y no le
conté. Le expliqué que no me atrevía, que me daba miedo perderla a ella y al
resto de mis compañeros del colegio, eran todo mi mundo, ya había entrado a la
U pero mis amigos de la vida eran ellos. Como su hermano era gay, el tema de
verdad no era importante para ella, hablamos harto y todo bien, me aconsejó
sobre la abogada, aunque en realidad no le caía bien.
La razón que mi amiga tenía para tenerle mala onda a la
abogada era casi ridícula, es que cuando su hermano salió del closet toda la
familia no encontró mejor excusa que culparla a ella, decían que le hacía
pantalla para engañarlos, que iban juntos a lugares gay (cuando jamás habían ido),
etc, en definitiva que lo ayudaba a mentir. Eran y son gente extraña, claro que
yo en ese momento no me daba cuenta, los quería como hermanos.
En fin, después de la conversación junté fuerzas y fui a
buscar a la abogada, estaba en la cocina con el gordo muerto de borracho, apenas
se podía el cuerpo, o sea al nivel que se sentaba en una silla y se iba para el
lado, no tuvimos tiempo ni para tirarnos mala onda o alguna pesadez, igual me
asusté, nunca había visto así al gordo. Lo llevamos a rastras a acostarse,
entre las dos como pudimos con un gallo de más de 130 kilos casi peso muerto
arriba de nosotras, momento épico por lo del terror que fue. Logramos tirarlo
arriba de su cama y nos quedamos ahí cuidándolo y conversando.
Hablamos de la infidelidad, me juró una y otra vez que nunca
estuvo con su amigo ni con la ex, no paraba de decirme que no entendía por qué
yo pensaba eso; jamás le dije que el gordo me había asegurado que en una
ocasión él la vio y en la otra ella misma le contó, no quería que se pelearan
por mí y tampoco entendía mucho lo que estaba pasando. Quise creerle a ella, me
explicó una y otra vez las dos historias, me dijo que me quería y que nunca
hubiera sido capaz de hacerme algo así, con esas palabras obvio que me derretía.
Pero obvio, no era la única que tenía que dar explicaciones,
o sea después de mi pastelazo ella también quería la respuesta a varios por
qué. El problema fue que no tenía como negar lo que hice, a ella no le contaron
ninguna historia, me vio con sus propios ojos.
Me preguntó por qué me había agarrado al crespo, le dije que
de picada por un lado y porque quería olvidarme de ella por el otro, no es
fácil explicar esos sentimientos, son una mezcla entre rabia, venganza,
instintos homicidas y dolor, el tipo de emociones que te empujan a hacer cosas
estúpidas.
Bueno, más o menos así traté de explicarle los por qué de lo
que hice, quería llorar y abrazarla, hice lo segundo, le pedí disculpas, y
pucha que me costó, traté de darle un beso pero me corrió la cara. Me dijo que
ella tampoco estaba segura. Que no quería sufrir, que la dejara pensar un
tiempo. De nuevo, varios días sin verla ni hablarle. Otra vez extrañándola.
Nooooo al menos dejaste el orgullo de lado :) pucha y hoy supongo q continua esta historia.... Espero q no hayan pasado meses. Slds
ResponderEliminarPucha que me costó dejar el orgullo de lado, pero lo logré... Aunque las cosas no salieron como pensaba :(
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